Impulsar el posicionamiento de marca, combinándolo con la estrategia correcta, es uno de los temas sobre los que más me gusta compartir y donde acumulo experiencia trabajando con empresas de diferentes tamaños y emprendedores con diferentes recorridos.
Este es un concepto mucho más complicado de lo que parece, y puede significar la diferencia entre que tu negocio sea un éxito o un fracaso.
Te comparto cómo dar los primeros pasos.
¿Qué es el posicionamiento de marca? + 2 ejemplos
Primero, aclaremos el concepto: cuando digo posicionamiento de marca me refiero a la imagen mental que tienen la gente sobre ti cuando oye el nombre de tu marca.
Como ves, escapa de tu control, ya que la percepción es del otro. El trabajo estratégico del posicionamiento de marca está dirigido a que consigas que se te asocie con los valores de marca que tú has definido, con la personalidad que quieres transmitir y que conectes con ese público objetivo al que te quieres dirigir.
¿Por qué cuando piensas en tomarte un buen café se te vienen a la cabeza marcas como Starbucks o Nescafé? No es casualidad, y es porque detrás de esas empresas hay un equipo de marketing que sabe lo que hace.
A continuación te pongo dos ejemplos de marcas bien posicionadas, para que empecemos a profundizar.
Platanomelón
Platanomelón, cuyo nombre es más que sugerente, es más que un sexshop o tienda erótica online, ese es el eslogan que puedes ver en su página web y es precisamente el mensaje que siempre buscan transmitir, también a través de sus newsletters.
Si te fijas en el diseño de la web y los colores que utilizan, ya destacan por transmitir una sensación de alegría, con tonos amarillos y un lenguaje más bien humorístico y distendido. Combaten bastante bien cualquier posible estigma, y puede que sea por eso que les va tan bien.
También puedes ver cómo en su Instagram, con más de 1 millón de seguidores, hacen una labor de divulgación sobre sexología que sigue claramente una misma esencia.
Todo esto atrae a su público, que, por la jovialidad que transmiten, está claro que son personas jóvenes (en edad sexualmente activa) y en plena exploración sexual.
Tras conocer a esta marca y ver algunos de sus vídeos por Instagram, te aseguro
que si formas parte de su público objetivo acabarías pensando primero en ellos la próxima vez que tengas que hacer un regalito a alguna amiga en una despedida de soltera.
Blue Banana
Blue Banana, como marca de ropa que es, destaca por tener un gran trabajo fotográfico detrás, pero lo curioso es que se centran muy mucho en procurar que su ropa de deporte se vea siempre en personas que están en el exterior, normalmente en lugares muy chulos, que hacen venir la palabra «aventura» a tu mente casi de manera instantánea.
Aunque tienen diferentes líneas y a veces hacen variar un poco su estrategia visual, lo cierto es que la mayoría de fotos que verás de sus prendas serán de personas posando frente a un gran paisaje o en plena acción.
Con esta premisa tan sencilla, que se caracteriza por una simple X y que en algunas fotos se relaciona con personas poniéndose en forma de X (típica posición para expandir todas las extremidades y decir «¡aquí estoy, mundo!», que solemos ver en el Instagram de cualquier bloguero de viajes).Esta marca, antes pequeña, se ha posicionado en la mente de muchos aventureros, que ahora la tienen como referente.
7 estrategias de posicionamiento de marca
¿Recuerdas la pregunta que te he hecho sobre Starbucks o Nescafé?, vamos a darle un giro: ¿por qué alguien debería de comprarte a TI en vez de a cualquier otro competidor?
Y no… Como ya has visto, el precio no es el mejor argumento.
Cuando buscas posicionarte, quieres hacerlo para transmitir tus valores y, en esencia, llegar a crear un buen feeling con tu cliente objetivo, que él sienta que tú eres la mejor respuesta.
Aquí van 7 maneras en las que una marca puede trabajar la definición de la imagen que transmite al mundo.
Cada estrategia o «argumento» sigue unos principios, pero se pueden combinar según se ajusten o no con tus principios.
1. Servicio al consumidor
No importa de qué producto o servicio se trate, los clientes son personas, y las personas somos animales sociales.
Si tratas a tus clientes con cariño y les das justo el trato que ellos quieren, está claro que luego van a querer más de ti y hablarán bien sobre tu marca, tengas el precio que tengas.
2. Conveniencia
A menudo, nos olvidamos de lo potente que es la conveniencia de un servicio o negocio. Cualquier cosa que consiga hacer la vida más fácil de tu potencial cliente, haciéndote destacar sobre otras alternativas más inconvenientes, está claro que será un plus.
Un ejemplo típico (por desgracia, en declive) son las tiendas de barrio que, aunque son más caras, están siempre abiertas y a dos pasos de casa.
3. Precio
Sí, aunque cueste reconocerlo, hay muchos negocios que quieren posicionarse por precio, porque es lo que algunos compradores buscan y algunos grandes almacenes pueden contar con esos márgenes.
Sin embargo, es una estrategia que desaconsejo, ya que en ningún momento estás transmitiendo calidad o diferenciación (tu cliente no es tonto), y es fácil dejar de destacar si tu competencia decide rebajar los precios aún más…
4. Calidad
Muchas marcas, sobre todo en el mundo de la moda y la tecnología, buscan destacar a través de dar una imagen de alta calidad. Los argumentos suelen ser los materiales, la estética o las propiedades del producto.
Aquí es muy importante tener bien definido a tu buyer persona, ya que tendrá ciertos puntos de dolor sobre los que puedes trabajar para convencerlo sobre la calidad de tu producto.
5. Único
Cuando innovas y eres pionero por tener una propuesta única que nadie más puede ofrecer (de momento), está claro que te vas a llevar una gran parte del mercado.
Esta es una estrategia muy potente a corto plazo, pero hay que ser consciente de que tarde o temprano la competencia va a copiarte y hay que seguir trabajando en la imagen de tu marca desde diferentes ángulos. Aprovecha ese tirón inicial que te dará tu idea para llegar a tu público.
6. Canal
La mayoría de marcas buscan estar en todos lados, y tiene cierta lógica si lo que buscas es exposición, pero, ¿es así en tu caso?
Si tu servicio o producto está directamente relacionado con algún canal en concreto, o sabes que solo en ese canal está tu target, entonces ten claro que deberías de meterle mucha caña. No todas las marcas necesitan estar en todas partes.
Un posible ejemplo puede ser un servicio de promoción para influencers especializado en Instagram, o un producto muy enfocado en personas de 50-60 años, mucho más activos en plataformas como Facebook.
Eso sí, lo que nunca falla es que te puedan encontrar en Google, te hablo sobre esto en mi artículo sobre SEObranding.
7. Otras
Casos diferentes hay miles, y lo mismo pasa con las estrategias. Puede ser que la tuya consista en anunciarte en revistas, destacar por popularidad en tu provincia, ciertas aptitudes que aportan más que calidad como el ecologismo, etc.
Para definir bien qué vas a hacer para posicionarte, o qué aspectos quieres realzar y usarás para diferenciarte, necesitas primero de todo seguir una serie de pasos. Te lo explico en el siguiente punto.
¿Cómo conseguir la imagen de marca que quieres?
Hay 5 preguntas que debes de hacerte para poder entender qué aportas al mundo, cuál es tu mayor superpoder y en qué puedes diferenciarte, incluso antes de pensar en la estrategia ideal.
Estoy hablándote tanto de preguntas a nivel de empresa como personal, ya que detrás de cualquier marca hay una o varias personas comunicando, y cada uno aporta algo único.
1. ¿Quién eres?
Como siempre digo, un buen trabajo de marca parte desde el autoconocimiento. Primero de todo, pregúntate cuál es la identidad que tienes, qué nube de conceptos quieres que tenga la gente revoloteando por la cabeza cuando piense en ti o tu marca.
Investiga sobre tu propio producto o servicio y piensa en la personalidad que tiene tu marca, y cuáles atributos o beneficios pueden percibir los clientes.
Te puede ser útil hacer para ello un análisis DAFO, definiendo tus Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades. Así conocerás por encima cuáles son los aspectos de tu marca.
Es importante que aquí no te limites en alzar un dedo al aire y digas que «eres el mejor porque haces los mejores productos«, sino que profundices y busques tener un mínimo de objetividad, y sobre todo recibir feedback.
Si tu marca ya lleva tiempo en el mercado, fíjate también en qué suelen destacar sobre ti tus clientes. Ese podría ser un punto de partida para definir tu propuesta de valor.
Es importante también que tengas en cuenta cuál es el cliente más habitual que suele comprarte, a qué tipo de perfiles atraes más. Hablando sobre esto…
2. ¿A quién te interesa atraer?
Los clientes que atraes hablan mucho sobre ti, pero son algo que puedes cambiar, si quieres.
Sí, ya sé que te encantaría llegar a todo el mundo (al menos, es lo que suelen decirme en muchos casos), pero puede que ahora mismo seas una empresa pequeña y con pocos recursos.
Es imposible competir contra los gigantes que tienen monopolizado el mercado, necesitas enfocarte en un sector específico. Si lo haces, destacarás incluso por encima de esas grandes franquicias, ya que tendrás a unos seguidores que se identificarán más con tu marca, que sentirán que les hablas directamente a ellos. Luego, ya habrá tiempo de crecer y expandirte.
Primero, céntrate en resolver problemas que tiene tu público específico. Fíjate muy bien en cómo tu producto o servicio hace sentir a la gente, e incluso qué dice de ellos el hecho de que estén usándolo.
Por ejemplo, está claro que las marcas que son percibidas como de alta calidad aportan elegancia o categoría a las personas que consumen sus productos. Todos esos valores son algo de lo que no somos totalmente conscientes, pero que están siempre ahí.
Una vez definido, encontrar tu cliente objetivo puede ser relativamente fácil con un poco de investigación. Por ejemplo, fíjate en las estadísticas que se publican cada año sobre la media de edad y género que los usuarios tienen en las distintas redes sociales y revistas.
3. ¿Quién es mi competencia?
Es importante que entiendas que no todo el mundo que venda los mismos productos o servicios que tú se puede considerar competencia. Los “peligrosos” son aquellos que han hecho estos dos primeros pasos y se están diferenciando y atacando al mismo target que tú.
Procura estudiar y conocer bien a tu competencia real, y descubre qué estrategias están aplicando (y les funcionan bien) para darte buenas ideas, aunque no te limites a eso: sigue tu propio camino y genera tus propios métodos para destacar.
Por supuesto, todo esto también te servirá para saber cuál es el estado de tu mercado y así te será muy fácil diferenciarte, incluso de estas otras alternativas que tu público tiene tan a mano.
4. ¿Cómo ganar autoridad?
Ahora ya sabes qué propiedades tienes, en qué te diferencias de los demás y cuál es tu público. Ahora, hay que saber llegar a esas personas mediante los canales adecuados y, sobre todo, destacar.
Para ello, deberías de aparecer delante de sus ojos, e ir ganando autoridad a base de relacionarte con los temas que más te interesan, convirtiéndote en un referente en tu sector, por pequeño que sea. También, anúnciate donde más te convenga según tu público.
Procura salir en otros canales que te puedan beneficiar según tus objetivos, como artículos patrocinados en medios que te interesen. Todo esto te lo explico con más detalle en un artículo sobre linkbuilding.
Ten en cuenta también el factor de autoridad EEAT que Google utilizará para decidir si darte más voz en tus publicaciones.
Después de preparar toda tu estrategia de marca y pensar en diferentes opciones, llegarás a hacer muchas acciones como publicar en las redes sociales ciertos tipos de contenido, te patrocinarás en diferentes contextos, trabajarás en tu SEO, etc. Pero ahí no se acaba, al contrario: empieza lo bueno.
5. ¿Cómo sé que funciona?
Otra cosa que no debes olvidar es que cualquier estrategia tiene que venir acompañada siempre por medición. Mide, analiza y corrige.
Haz un seguimiento de los resultados de todas las acciones que apliques y fíjate en qué te ha funcionado y qué no, y por qué. Por ejemplo, vuelve a analizar a qué tipo de público atraes y revisa si quieres cambiar alguna estrategia. Si querías plasmar una imagen de marca ecológica, pero ves que nadie lo menciona o que tu target sigue sin encajar, cambia tu comunicación y habla más sobre el tema.
Haz lo que sea necesario para reenfocar tus estrategias y lograr esa imagen de marca que deseas transmitir. Verás que con ajustes y trabajo empezarás a conseguir esos resultados que buscas, ese posicionamiento de marca que resuena con tus valores.
Contenido 100% humanoide
Algunas canciones que han sonado mientras escribía este artículo:
1 comentario